viernes, 26 de diciembre de 2008

¡ESTELA, GRITA MUY FUERTE!'


Isabel Olid: ''Hablar del abuso sexual infantil es un tabú en nuestra sociedad''

Profesora de Lengua y traductora, Isabel Olid participó hace algunos años en el documental Rompiendo el silencio, de la Fundació Vicki Bernadet, sobre el abuso sexual a menores. Pertenece al grupo Gretel de investigación en literatura infantil y juvenil, y acaba de presentar el libro ¡Estela, grita muy fuerte! (Editorial Fineo), ilustrado por la artista Martina Vanda.

--¿Por qué escribió este libro?
--Me di cuenta de que no hay un programa de prevención al abuso sexual infantil y porque en nuestra sociedad hablar de este tema es un tabú, sobre todo, con los niños. Se silencia, porque los que abusan muchas veces son los familiares.

--¿Hay muchos niños y niñas que sufren abuso sexual?
--Un 23 por ciento de niñas y un 15 por ciento de niños menores de 17 años han sufrido un caso de abuso sexual en España, y de estos un 60 por ciento no han recibido nunca ningún tipo de ayuda. Muchas personas se acostumbran a vivir así para que no pase nada. O solo lo cuentan cuando son mayores.

--¿Hay muchos tipos de abuso sexual infantil?
--Sí. Aunque no haya una violencia física visible, cualquier tipo de relación sexual con un menor de 12 años se considera un abuso, desde enseñarle pornografía hasta la agresión explícita. Todo ello es lo que dispara las estadísticas.

--Es un problema legal, ¿prescribe el delito?
--Los delitos sexuales, sobre todo a menores, no tendrían que prescribir, pero el problema no es legal, sino que la familia afectada pierda el miedo a hablar de ese tema.

--¿Cómo se puede detectar que un niño es víctima de abusos?
--Hay símbolos exteriores, similares a cuando padece cualquier otro problema, como la separación de los padres. Pero se detectan cambios de humor y pesadillas o aversión a ir a la casa de algún familiar.

--Según el libro, los niños no saben gritar cuando les hacen daño
--Se acostumbra a los niños a obedecer a rajatabla y, en ocasiones, eso es útil para su educación, pero los deja sin armas para oponerse a cualquier agresión del adulto.

--¿Algunas madres no escuchan?
--Sobre todo, si el que ha abusado es el padre. Muchas mujeres tienden a proteger el núcleo familiar por encima de todo.

--¿Qué se debe hacer?
--Los adultos deben estar pendientes, sin obsesionarse, pero, sobre todo, han de enseñar al niño a protegerse. El libro es una herramienta para ayudarles a reflexionar sobre su derecho a ser protegidos.

--¿Por qué publica el libro una editorial mexicana?
--Intentamos con varias editoriales catalanas y el texto agradó, pero creían que no interesaría comercialmente.

Entrevista publicada en www.elperiodico.com

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