viernes, 3 de julio de 2009

LA JUN TA DE ANDALUCÍA TRATA CON TERAPIA LOS DAÑOS DE 48 MENORES VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL

elalmería.es

La mayoría de las víctimas ha sufrido el abuso por parte de un familiar


No puedes contarle a nadie lo que hacemos...", "como digas algo te mato...", "esto es un secreto entre tú y yo...", son algunas de las amenazas a las que están sometidos los menores víctimas de abuso sexual y que hacen mermar su valentía para enfrentarse al problema y comunicarlo a sus padres o tutores.

Dolor, sufrimiento, sentimientos de culpa y la vida entera patas arriba. Así se encuentran de la noche a la mañana las víctimas, cuyas secuelas pueden agravarse a lo largo del proceso de denuncia, atención psicológica, forense, juicio... Y es que si es difícil afrontar una verdad tan escandalosa la primera vez, más aún lo es cuando el menor tiene que recordar la misma historia, que tanto daño le ha hecho, una y otra vez hasta concluir el procedimiento. Es entonces cuando las víctimas se vuelven víctimas por partida doble, cuando su historia, se adentra en una espiral de intervenciones jurídico-asistenciales que pueden prolongarse durante años sin ser resuelta. Este efecto nocivo es lo que se conoce como victimización secundaria, que puede ocasionar un daño psicológico de igual o mayor gravedad que el propio abuso sexual.

1 comentario:

luna dijo...

Nadie se da cuenta nunca de nada. Te pasas media infancia en la mas absoluta soledad, aguantando los los malos tratos de tus compañeros de clase, porque te vuelves introvertido, porque te aíslas y dejas de jugar, de reír, de vivir. Nadie se da cuenta de nada. Tu familia te llama antisocial porque no quieres estar con ellos ni en comidas ni en celebraciones. Panda de hipócritas todos los que viven a tu alrededor, durante los abusos, y después, vas creciendo con la humillación e invisibilidad. Eres invisible a los ojos de todos, eres una saco al que poder dar patadas y golpes. Y cuando más te tambaleas, más te golpean ellos. No te ayudan, si pueden te hunden mas. Cuesta muchísimo escapar de ellos, de tu propia mente, de tus propias secuelas, de tu propia vida. Y perdonen pero no hay ni una asociación dedicada a los abusos que ofrezca terapia psicológica gratuita para mayores de 18 años. Solo la hay para menores, los mayores, tenemos que abonar y sinceramente casi que prefiero seguir con las secuelas a gastarme parte de mi sueldo en un psicólogo, no puedo permitírmelo la verdad.
Mi único desahogo es mi blog,mi propia familia ni me escucha, mi propio entorno tampoco y si no te dicen la tipica frase: olvidalo, ya paso".
Nunca puedes olvidar un abuso, nunca. Como mucho puedes aprender a vivir con ello,lo que te puede llevar toda una vida.